Alcolírykoz, la banda de hip-hop de Medellín, suena
fuerte. Su trabajo, en letras y música, comienza a ser bien reconocido.
El parlache cobra cierto carácter y se convierte en
proteína callejera que alimenta los oídos cuando se escucha la agudeza de las
palabras de Gambeta. Él, hijo de melómanos, es uno de los dos MCs (o
vocalistas) de Alcolírykoz, la banda de hip-hop más importante de Medellín y,
ahora, una de las más sonadas en Colombia. Gracias a la rapidez con que relata
sus historias y la extensa descripción que da a todo tema, desprevenidamente se
pensaría que se trata tan sólo de un despilfarro lírico. Pero no, es todo lo
contrario.
Mientras Gambeta trata de no dejar un solo dato fuera de
la conversación, un tímido y alto rapero lo escucha con atención. Se trata de
Kaztro, su primo y la otra mitad de las vocales de los AZ (como se les conoce).
Pero esa timidez que lo caracteriza se borra cuando toma el micrófono para
cantar. Con cada frase que lanza se siente el filo de un puñal de verdades sin
tapujos; es una revancha contra todo lo que silencia fuera del
escenario. Por último, asintiendo a cada relato, está Fa-zeta. Bajo de
estatura, de gafas de marco grueso y pocas palabras. Él es el DJ de la banda,
el encargado de llevar las bases rítmicas y un polo a tierra en las historias
que cuentan estos músicos de pantalones anchos, gorras torcidas de viseras
rectas y un hablado con acento de calle y lleno de palabras salidas de grandes
estantes escritos.
Culebreros, trovadores, poetas, borrachos y cuenteros,
son la primera cuota de influencias de Alcolírykoz, tres jóvenes a los que Doña
Pobreza los matriculó en la calle, habitantes de un barrio con un pasado oscuro
como Aranjuez (Medellín), donde la violencia de los ochenta dejó trazas
imborrables. "Todo empezó en un parche que llamamos Árnez (como
simplificación de ARaNjuEZ)", cuenta Gambeta. "Convocábamos a todos
los que compartieran nuestra cultura: grafiteros, raperos, todos". Aunque
empezaron con el grafiti, algún día se toparon con el rap y se convirtió en
"una enfermedad crónica" que hasta hoy los agobia.
Kaztro ya tenía cuadernos llenos de escritos en los que
desahogaba todo lo que vivía. Su primo, al ver esto y sabiendo que esas
palabras pesaban más de una tonelada, le propuso convertir toda esa catarsis en
música (ya que seguramente se olvidaría si se dejaba en papel), dando
nacimiento a Alcolírykoz. Obsesionados con la literatura, especialmente el
nadaísmo antioqueño, y el hip-hop de los ochenta y noventa, empezaron a montar
rimas (líricas del rap) sobre algunos samples sencillos (loops de pedazos de
otras canciones un tanto alteradas sobre las que se canta este género musical).
Así compusieron los seis temas de un demo que titularon En letras
mayúsculas.
Mientras tanto Fa-zeta, atraído por la imagen de los DJs
de las agrupaciones norteamericanas, tenía como única meta comprarse un
tornamesa. "Con esos tornas es que se ganó el respeto", recuerda
Gambeta. "Para un man como nosotros, que no es de cuna, eso es algo
grande. Es una compra que posiblemente no devuelve la inversión. Entonces cobra
mucha más importancia".
Demo en mano salieron a mostrar su música. Abrieron para
grandes artistas del género, entre ellos Method Man y Rxnde Akozta.
Participaron activamente en eventos como el Festival Hip-Hop de la comuna
cuatro "Hip 4" y la Batalla de los Gallos de Red Bull, en el que
Gambeta fue el ganador. Y es que la presencia de los AZ marca una diferencia.
"En escenario decidimos no apoyarnos ni en espectáculos ni bailarines
ajenos a la agrupación", dice Fa-zeta, "desde el inicio queríamos
montar un perfomance en el que el show fuera centrado en nosotros tres".
Algo en lo que claramente acertaron, porque todas las otras distracciones
pasarían desapercibidas mientras el público asimila todo el contenido de sus
letras. Repetitivos tortazos líricos que lanzan directo a las caras de los
asistentes, quienes deben tener una afanada digestión mental para soportar el
siguiente golpe de palabras.
Si En letras mayúsculas los puso en la
escena hip-hop, su primer larga duración: La venganza de los tímidos (2010)
consolidó a los AZ como una agrupación que debía tomarse en serio. El álbum,
producido por Askhap, con una propuesta visual muy atractiva y un concepto
gráfico impactante, muestra a una banda que no sólo cuenta con grandes beats y
buenas líricas, sino con un paquete audio-visual completo.
La Revancha los
llevó al Altavoz Internacional 2010. Allí, con una muy buena asistencia,
sorprendieron a todos, incluso, al público rockero; que luego de su
presentación se acercaba a felicitarlos. Se veían punks de altas crestas y
metaleros de largas melenas estrechando sus manos y comprando su disco.
En el álbum resaltan los samples de soul y jazz, dando
una sólida base rítmica a rimas con tanto contenido intelectual que no bastan
cien oídas de cada tema para lograr captar todo lo que estos raperos tienen que
decir.
Pero la sed que deja ese primer larga duración empieza a
saciarse con El Despilfarro. Un EP de seis canciones lanzado en
2011 que, como su nombre lo indica, no escatima ni en musicalización ni
métricas; y crea un esquema diferente que logra innovar apoyándose en ritmos de
los sesenta y setenta.
Incluso, esa propuesta visual que iniciaron en su
anterior álbum, se concreta con una carátula asombrosa y el video-clip del tema
homónimo del disco, que engancha por su sencillez.
El Despilfarro fue
la llave que les abrió las puertas del país. Realizaron una gira de medios que
los llevó a ubicarse en varios conteos de emisoras nacionales y a sonar
constantemente en radiodifusoras como La W. Además, en ese mismo 2011, Popcorn
-banda de Pop-Punk de Medellín- los invitó a grabar una canción para su nuevo
disco. Drama y Acción fue lanzada en diciembre y sonó
permanentemente en la programación de las emisoras de rock.
Algo que caracteriza a la agrupación es un ritmo
disciplinado de composición. Cada día es un nuevo beat, una nueva secuencia de
samples o una nueva canción. Las metas son claras y las fechas las definen con
meses de antelación. Objetivos que se proponen alcanzar hasta que logren cerrar
la mano que está cubierta por un pequeño trozo de tela llamado mundo; porque,
como lo dicen en una de sus canciones: "Si el mundo es un pañuelo,
Alcolírikoz es gripa". Es por eso que desde ya están realizando la
producción de su nuevo álbum, que será lanzado en el tercer trimestre de
2012.
Muchos resumirían la historia de Alcolírykoz en una serie
de logros que resalten el ser parte de Aranjuez, uno de tantos barrios de
Medellín donde se desayuna fe y se almuerza desesperanza. Pero el nacer en
dicho entorno fue la mecha que detonó el cóctel explosivo de lírica labrada
sobre bases musicales que se roban lo mejor del soul, del jazz, del tango y
hasta del bolero. Un cóctel que cada que estalla escupe esquirlas de rimas que
impregnan hasta al más escéptico y que, por sus variadas influencias, congrega
a diferentes generaciones, despilfarrando rimas que hablan de todo y todos,
yendo de la "A" a la "Z", pasando por la "R", la
"A" y la "P"
Artículo extraido de:
http://www.elcolombiano.com/epaper/xml_epaper/Generacion/05_02_2012/pla_1462_Generaci%C3%B3n/xml_arts/art_13259015.xml#.Ty7Yyhn5vto.facebook
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